domingo, 4 de abril de 2010

Migrando hace eco




Historias de migrantes con ojos de niño
Los viajes de la esperanza de ayer y de hoy contados a los más pequeños por Mariana Chiesa y Shaun Tan
"No hay nada de lo que no se pueda hablar con los niños: lo que importa es el tono. Pero existen temas que es fundamental afrontar. Nuestros niños están expuestos a tanta información que a menudo no educa. Para mí en esta perspectiva, el compromiso es una elección natural"
Mariana Chiesa Mateos viene de Argentina. Su libro Migrando (Orecchio Acerbo) no se pierde entre los stands- más de 1.200- sobresaturados de títulos en la Feria Internacional de Libros para Niños en Bologna. Nacido como un cortometraje, después transformado en libro, es fresco, delicado y fuerte. Sin palabras recorre el viaje de los emigrantes: los de cien años atrás, como los parientes de la autora, llegados a la Argentina desde Italia y España, y los de hoy.
Dos aventuras paralelas que para leerlas es necesario dar vuelta el libro, un movimiento que obliga al lector a cambiar de punto de vista. Pero se encuentran en el centro, se reúnen, porque en el fondo son la misma historia.
"Mis abuelos- cuenta Mariana- decían ser inmigrantes con orgullo. Ahora parece que se haya vuelto una vergüenza, y esto es peligroso. Todos deberíamos poder estar orgullosos de nuestros orígenes". En Migrando, los hombres tienen las alas como golondrinas, son siluetas oscuras sin cara contra el blanco del cielo, y se van lejos de sus casas para huir de la guerra y la pobreza. "Emigrar es un acto de coraje- dice Mariana Chiesa-. Partir quiere decir dejar los afectos sin saber si será posible reencontrarlos". La historia de Mariana Chiesa no teme a los espacios en blanco, están hechos para pensar: " Espero -concluye- que este libro ayude a reflexionar y a encontrarse con mayor serenidad con quien es diferente de nosotros, porque se puede compartir el espacio con respeto". El proyecto nació gracias a la colaboración con Amnesty International y está destinado a atravesar pronto los confines nacionales....
Sabrina Penteriani.
L'Eco di Bergamo, 25 de marzo 2010